El origen del dinero
En "El origen del dinero", Carl Menger argumenta que el dinero no es una creación del Estado sino un producto de la evolución espontánea del mercado. Los individuos, enfrentados a las limitaciones del trueque directo, comenzaron a utilizar bienes más líquidos (fáciles de intercambiar) como medios de intercambio. Estos bienes, al ser ampliamente aceptados por sus propiedades intrínsecas y su demanda estable, se convirtieron gradualmente en dinero. Así, el dinero surge descentralizadamente, basado en la aceptación voluntaria y la utilidad práctica, facilitando los intercambios indirectos y mejorando la eficiencia económica global.